"EL VIEJO PARQUE": UNA HISTORIA QUE RECUERDA CUÁNTAS VIDAS HAN SIDO DESTRUIDAS "EN NOMBRE DE LA LEY Y LA JUSTICIA"


Portada "El Viejo Parque" / Dibujo por José Manuel Iturriaga Sauco

Juan Osorio Flores
Martes 04 de Agosto de 2020

"Sólo aquellos que sobrevivieron al infierno tienen la calidad moral para referir cómo es".

"El Viejo Parque" es una novela realista, de denuncia, pero al mismo tiempo ligera, hermosa, simple, narrativa y amarrada entre sí, por lo que una vez que se inicia su lectura, el lector no puede detenerse hasta que encuentre la palabra "fin"; su desarrollo va de la tragedia a la esperanza, del fracaso al triunfo y quien está sumergido en las páginas, no puede, en el mejor de los casos, contener un sentimiento de impotencia al avanzar en la historia.

El autor de esta obra es el licenciado Héctor Manuel Riveros Hernández, quien hoy dirige en su carácter de Comisionado ó Director General, el Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial del Estado de Veracruz, IPAX.

Héctor Manuel Riveros logra plasmar en las páginas de "El Viejo Parque" la historia de una tragedia cotidiana que se vive día a día en el Sistema Judicial del país, en donde cientos, quizá miles de personas, hombres y mujeres, son condenados a purgar penas en el sistema penitenciario, siendo inocentes del todo.

A través de la historia narrada, que con un inicio pintoresco, artístico, soñador y hasta poético, uno piensa que la novela será una más, de pronto se encuentra en la cúspide de la naturaleza propia de la literatura que busca llevar a sus personajes al momento más culminante y hermoso en donde la frase "y vivieron muy felices" es obligada y predecible.

Pero como sucede en la vida real y precisamente cuando uno piensa que "las cosas están mejor que nunca", es entonces que el infortunio aparece, destrozando sin miramientos la vida, la obra, el trabajo, las esperanzas de un hombre o una mujer, que simplemente se convierten en víctimas absolutamente inocentes de las circunstancias.

"Pablo" es el personaje principal de "El Viejo Parque" y quien representa en este libro, el sufrimiento, calvario, infierno y en ocasiones la tumba, de miles de hombres y mujeres que hoy purgan condenas carcelarias injustas en las prisiones de todo México.


Imagen: Héctor M. Riveros Hernández


Este agudo y picante tema que causa escozor en los más altos círculos de la jurisprudencia en México: los inocentes presos que por ausencias en la real aplicación del Derecho, o por influyentismo, o en el peor de los casos, por abusos innombrables de autoridades en turno que simplemente señalan, sin tener pruebas.

El tema de los inocentes que hoy se encuentran recluidos en cárceles, no es nuevo ciertamente; ya por ejemplo en la película "El Milusos" protagonizada por Héctor Suárez en 1981, muestra cómo un hombre puede ser llevado y condenado simplemente por su ignorancia.

Otro documento audivisual que dio la vuelta al mundo sobre el mismo tema, se generó en 2008 con el tema "presunto culpable" en donde se exhibe mucho de la corrupción, incapacidad e impunidad con que actúan prácticamente todos los funcionarios que integran los sistemas judiciales.

Pero lo muy destacable y sobresaliente de "El Viejo Parque", es que Héctor Manuel Riveros Hernández nos muestra no solo el rostro de la víctima de estos abusos.

El autor hace un muy marcado hincapié en quiénes están detrás de esa víctima, esto es su familia directa, indirecta y su círculo de amistades y nos muestra aún lo más íntimo de sus vidas, sus anhelos, sus sueños y nos muestra de una forma delicada pero harto sensible, como todo es destrozado hasta los cimientos, cuando algún o algunos funcionarios del muy intrincado sistema de impartición de justicia, simplemente "se equivocan".

Sí. Porque cada vez que el sistema judicial condena, encarcela, sentencia, a un hombre o a una mujer inocente, no solo le condena a ellos, sino a una extensa estirpe que consta de padres, madres, hijos, hermanos, vecinos, padrinos y amigos, que sufren tanto o igual que el encarcelado.

"El Viejo Parque" es pues una novela de denuncia, con un tema actual, sumamente doloroso, que vuelve a poner el dedo en la llaga, que desnuda la simplicidad e impunidad con que un funcionario de los sistemas judiciales del país, desde un escritorio, destruye de un plumazo la vida completa de moléculas de la sociedad actual, sin otorgarles la menor oportunidad de sobrevivir a tan mortal condición.


La Vecindad: por José Manuel Iturriaga Sauco

"El Viejo Parque" es un contraste como tal, pues por una parte se presenta al lector con evocadoras y artísticas líneas que ilustran la portada y algunas páginas interiores, trazadas por Juan Manuel Iturriaga Sauco, pero una vez que se atraviesa el clímax de la historia, nos encierra de pronto en un sub mundo oscuro, tétrico, con olores entremezclados a humedad, oscuridad, suciedad, muerte y desesperanza.

Quizá como un regalo misericordioso del autor, la historia de pronto toma un giro para un final anhelado, pero difícilmente esperado.

Tristemente ese final, no se produce siempre en la vida real. De hecho, puede ser tan, pero tan mínima la oportunidad de que algo así ocurra en la realidad carcelaria mexicana, que por eso los muy contados sobrevivientes de ese infierno en vida, merecen la oportunidad de contar su historia y merecen aún más ser escuchados con atención y respeto.

"El Viejo Parque", un testimonio vivo de las lágrimas que en este momento alguien está derramando en alguna prisión de México, pero lo peor, las lágrimas de familias enteras que desde su más profunda desesperanza, son incapaces de entender la ligereza de un sistema que en teoría fue creado para aplicar "justicia".

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