COMPLICADO PERO SENCILLO EL PANORAMA POLÍTICO DE VERACRUZ

Miércoles 23 de Noviembre de 2016

La Voz de la Región

Juan Osorio Flores

Complejo por lo intrincado del asunto. Sencillo, por la simplicidad de las resoluciones. Así es el panorama político que le espera a Veracruz durante los próximos meses y muy seguramente años.

El tema es simple: las condiciones político-sociales de Veracruz han sido rebasadas en altísimo grado como para que un Partido, una alianza partidista o incluso un "gran acuerdo electoral" se pueda utilizar para encontrar una solución a nivel local.

Los hechos nos dejan en claro que es, al menos desde este año, Los Pinos, en la Ciudad de México, en donde se toman y se asumen los acuerdos determinantes para la vida política de esta sufrida entidad.

En este periodo de transición de Poderes, no hay excepción, y es la Presidencia de la República la que ha sellado el futuro de los veracruzanos.

Y ahí, en ese entorno, no existe delicadeza ni argumento. Las cosas se cuecen de otra forma, pues ahí deja de importar lo que el grueso de un pueblo pueda opinar. Lo necesario es atender las voces nacionales e incluso internacionales.

Los escenarios nos muestran que en las elecciones federales de 2018 podría darse por vez primera en la historia una alianza entre el PRI y el PAN; el objetivo sería evitar a toda costa que Andrés Manuel López Obrador empodere a niveles inalcanzables a su "MORENA".

No es algo claro aún, pero tampoco es algo impensable. Incluso los observadores coinciden que el estreno de la serie de televisión "La Candidata" por el canal Las Estrellas, es una forma de ir vendiendo la necesidad de empoderar a una mujer al nivel de Presidenta de la República. Dicha mujer, dicho sea de paso, no es otra que Margarita Zavala de Calderón.

También hay un hombre que salió apenas a la luz como el mesías que podría salvar al pueblo del desastre: José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y quien de un plumazo se quitó de encima, y sin poner pie ni piedra en el suelo, a Aurelio Nuño, secretario de Educación, quien jamás dejó de cometer pifias, siendo la última, la corrección que le hizo en público una niña de 7 años que le dijo que "no se dice ler, sino 'leer'".

Y desde luego que más que Veracruz (duele pero así es), lo importante es saber cuál es la intención de Enrique Peña Nieto para las elecciones de 2018, ¿buscará mantener al PRI en el Poder del país?, ¿aceptará una negociación que culmine con el retorno del PAN a la Presidencia del país, bajo desde luego una serie de concertaciones?. Ese es el dilema.

Si Enrique Peña decide defender lo poco que queda del priismo en el país, es claro que removerá cielo, mar y tierra para rescatar los viejos cimientos de su Partido en las principales y hasta heróicas plazas electorales de México, desde luego, Veracruz dentro de los primeros lugares.

Ahí, se perfila un candidato natural: José Francisco Yunes Zorrilla.

Pero, en caso contrario, si Enrique Peña decide que el camino más factible (al menos para él) será promover la alianza histórica de PAN y PRI, entonces no queda la menor duda de que el siguiente Gobernador de Veracruz será Miguel Ángel Yunes Márquez y el proyecto de 2 años de Gobierno de alternancia, indefectiblemente se convertirá en 8 años.

Alguna probabilidad existe de que el escenario pudiera tener al menos un dejo de influencia de parte, por ejemplo, de los priistas veracruzanos?.

Sí. Pero para ello, los militantes del Partido más impopular de México en este momento, el PRI, deberían haber cambiado ayer sus posturas de altivez, soberbia y prepotencia.

Para muchos priistas, más de los que ellos mismos quisieran aceptar, no ha caído el veinte respecto a que ya no son Gobierno. Es más, muchos de ellos a partir del próximo 1 de diciembre, no serán ni siquiera una sombra de nada. Más que simples ciudadanos comunes y corrientes que conocerán qué es el desempleo y qué es tener que realizar alguna actividad realmente productiva, más allá de estar sentados en una silla devengando salarios ofensivos para el resto de los ciudadanos.

Ya los primeros chascos se los llevaron algunos, quienes a voz en cuello se jactaron de "irse a MORENA", Partido que ni tardo ni perezoso aclaró que "ellos no recogían a menesterosos electorales".

Y es que esos priistas pensaban que "ellos seguían siendo los reyes", por lo que podían disponer, mandar, engañar y controlar a otros. Pero no fue así.

Luego de ese primer encontronazo de varios, como que las lenguas comenzaron a volverse prudentes. Las expresiones de seguridad prepotente comenzaron a ser las menos.

Y eso que el gran final de la historia aún no llega. Ese clímax aterrador se registrará el primer minuto del 1 de diciembre próximo, cuando al despertar, "el señor licenciado" ya no lo será más. Y cuando ese "señor licenciado" descuelgue el teléfono para llamar a "su oficina" para dar órdenes, instrucciones, para pedir el periódico, para ordenar tazas de café o simplemente para sentarse a charlar de cualquier cosa dentro de "su" oficina, pero resulte que "su" oficina estará ocupada por otro y que "sus" colaboradores ya no lo son más y que la serie de caprichos personales, no habrá quién ni cómo suplirlos.

El golpe fatal para el orgullo de muchos será en el momento en que se quiera disponer del "cajero" para tal o cual gusto o exigencia, pero hasta entonces quede claro que el último depósito (si es que se da) será el 30 de Noviembre, y de ahí en fuera..nada.

Si el priista logra superar estas condiciones, tendrá alguna esperanza de sobrevivir a la gran decisión final. Incluso, podría, con sus acciones, motivar para que en Los Pinos se decidan a jugársela con todo, a vencer o morir, en el intento de defender la Presidencia de la República.

Podría. Solamente podría ser una posibilidad.

Porque en el caso contrario, los próximos 8 años de un priismo tal y como se ha venido viviendo en los últimos años, será fatal para sí mismo. Y ya entonces en ese panorama, los 8 años virtuales de un panismo en Veracruz, se convertirán en una permanente.