LUNES
"¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?". Carta de Pablo a los Romanos 8:31
Excelente día
1.- La semana pasada fui invitado a acompañar a Juan Bueno Torio, uno de los candidatos independientes por la Gubernatura de Veracruz.
El señor Bueno Torio, pariente de don Humberto Torio, un estimado militante panista de hace algunos años, hoy sumergido más en el rubro particular, nos había citado a las 4 y media de la tarde en el kiosko del parque Hidalgo "para dialogar con él y él a su vez responder a todas sus preguntas".
Traté de ser puntual, algo que regularmente no hago, y efectivamente, vi a las 4:25 de la tarde la camioneta del señor Bueno Torio estacionada a un costado del Parque.
Casi de inmediato saludé a uno de los integrantes del equipo del aspirante a Gobernador quien me informó que "el candidato ya estaba listo" para su reunión con los medios de comunicación locales.
Efectivamente, pasados 15 minutos tal vez de la hora comprometida, Juan Bueno salió del restaurante en donde estaba y cruzó la calle, en donde compartió algunos momentos con personas que lo reconocieron.
Una señora que siempre solicita dinero como apoyo se le acercó. Juan Bueno le dijo que "hoy no traigo, pero luego nos ponemos a mano".
Luego, el candidato no caminó hacia el kiosko, en donde le esperábamos, sino en sentido opuesto hacia el monumento a Don Miguel Hidalgo y Costilla.
Ahí, platicó con más personas y recibió el abrazo y saludo de un grupo de chicas que durante el día recolectaron firmas que avalen su candidatura.
Y ahí comenzó lo que para mi fue una descortesía. Estando en esos saludos frente al monumento a Don Miguel Hidalgo, llegaron reporteros de TV Azteca de Xalapa, quienes de inmediato comenzaron a filmar, mientras Juan Bueno discurrió con ellos, incluso se formaron todos los integrantes del equipo y los libros hasta entonces firmados, posando para una toma oficial.
Pregunté que cuál entonces era la tónica de la visita, si de ir a perseguirlo para entrevistarlo o de esperar una conferencia de prensa. Alguien me dijo: "es que ellos son sus amigos" refiriéndose a los compañeros de la televisora.
¿Y los que habíamos sido citados?. Pues nosotros nos quedamos esperando en donde nos habían citado: el kiosko. Pasaron los minutos, ya para entonces pasaban de las cinco de la tarde, cuando simplemente me retiré del lugar.
Y es que, en primer lugar no fui convocado a perseguir al candidato; no fui convocado a darle seguimiento a un recorrido o caminata de proselitismo. La realidad es que fui convocado a "una reunión con el candidato Juan Bueno en el kiosko en donde podrán preguntarle lo que quieran". Eso en jerga periodística se llama: "rueda de prensa".
Es cierto, y además quedó claro: no soy amigo del candidato, por eso no tuve la oportunidad de entrevistarlo antes que todos.
Pero no creo que a partir de ese día, tenga yo deseos de ser amigo de Juan Bueno Torio.
