SER PRIISTA

Excelente día para todos

 

1.- Hace algunas semanas publicamos en este mismo espacio una reflexión sobre lo que ha representado ser priista en Veracruz en los últimos años, agravándose más las condiciones conforme avanza el periodo de Gobierno 2010-2016.

 

La improvisación de quienes están en el Gobierno, que ha quedado más que claro que son gente improvisada, por más seudo títulos académicos que nos presenten, deja al descubierto que la sociedad en grueso no razona lo que vota, mucho menos razona lo que tiene que ver directamente con su futuro, todo en nombre de la "institucionalidad".

 

Así por ejemplo Fidel Herrera Beltrán les dijo que "había que apoyar con todo a Javier Duarte" y los priistas sin más lo hicieron, sin siquiera a detenerse a pensar cuál sería el resultado de esa imposición.

 

Lo peor de todo es el argumento que anteponen los priistas: "yo soy institucional". Pocas veces he oído que un priista argumente otra cosa. Más dan la impresión de ser zombies que sólo obedecen órdenes, cualquiera que sean dichas órdenes.

 

De ahí que en las jergas populares históricas, fue al PRI y sus magnos eventos a quienes en conjunto se les conoció como "la borregada", pues jamás una alegoría se pudo establecer con mayor exactitud.

 

Y todo esto viene a colación porque de los promotores del priismo en nuestra región, sujetos, en ocasiones más allá de lo aceptable a las "instrucciones del señor gobernador", destacan por ejemplo Roberto Pérez Moreno "Juanelo", quien ciertamente es una persona inmadura, incapaz para gobernar y tranza a más no poder, ello no fue obstáculo para que el gobernador Javier Duarte lo impusiera.

 

Cuento con el testimonio, no grabado, pero sí experimental, de cómo un político en aquellos meses previos a designación de candidato a presidente de Coatepec, me felicitaba por los señalamientos y críticas que publicamos aquí sobre los desatinos y hasta estupideces que cometía "Juanelo" más o menos cada cinco minutos de vida pública.

 

Y también fui testigo de cómo cuando "el señor", sin más, "ordenó" que "Juanelo" debería ser presidente municipal, el mismo político nos pidió con toda clase de argumentos y hasta compromisos, que "por favor ayudáramos a Juanelo".

 

El periodo de razonamiento se acababa y entraba en operación el periodo de "institucionalidad", que no da pie a nada que no sea obedecer "al señor", aunque tal instrucción sea un hara kiri.

 

Hoy "Juanelo" está señalado y exhibido por ese PRI y por "su amigo el señor Gobernador", quienes en conjunto lo acusan de urdir el asesinato de quien era su Tesorero, un tema que conforme avanza el seudo proceso, deja cada día más dudas que claridades.

 

Pero si ese tema le suena escabroso y usted le podría obsequiar algo del beneficio de la duda, el caso del presidente de Ayahualulco Abundio Morales Rosas, pues ahí sí no deja lugar a dudas que ser priista, es la peor decisión que un veracruzano pueda tomar.

 

Es tan pobre la construcción de un "caso" en contra del alcalde, que ni en la propia fiscalía se la creen, aunque, igual que sucede en toda la estructura del PRI-Gobierno, "la instrucción es darle en su madre al alcalde".

 

Y pues sí, porque la policía impidió que un montón de chamacos en estado de ebriedad (acto sancionado bajo el concepto de ingerir bebidas embriagantes en la vía pública) que estaban escandalizando en la fiesta de un pueblito (acción sancionada bajo el concepto de escandalizar en vía pública) y que se enfrentaban verbalmente (acción sancionada bajo el concepto de injurias y faltas a la moral) amenazando con que el hecho se saliera de control y entre todos se aplicaran una soberana madriza (concepto legal identificado como riña colectiva), pues por eso, sancionan al alcalde y al síndico.

 

Y muchos nos preguntamos: y si en lugar de intervenir, la policía se hubiera hecho ojo de hormiga y luego los nenes y los angelitos se hubieran dado en la madre y alguno se hubiera muerto, por ejemplo de un botellazo en la cabeza, entonces ¿de qué hubiera sido responsable el alcalde?.

 

O sea: Abundio Morales era ya responsable de cualquier delito desde que inició la malograda y pobre fiesta patronal de borrachines en Aguazuelas, porque si intervino, malo y si no hubiera intervenido, peor.

 

En Veracruz hay un montón de señalamientos, delitos, asesinatos, persecusiones, robos, abusos, fraudes, pero la Fiscalía del Estado ha dedicado un especial tiempo así como recursos humanos y materiales a buscar como le construía un delito al buen priista Abundio Morales.

 

Pero lo risible: el Estado se cae a pedazos, se señalan fraudes en los ayuntamientos, hay alcaldes acusados de desvíos de recursos, está paralizado el estado financiero, se dan a conocer más de 2 mil aviadores oficialmente reconocidos por el Gobierno, se dan a conocer "por error" nombres de aviadores que resulta que son de los mejores profesores en activo desde hace décadas y los diputados en lugar de pronunciarse sobre alguno de esos casos, pues mejor dedican recursos, tiempo y espacio a ver si Abundio debe ser desaforado para que para otra ocasión se le quiten las ganas de andar evitando que los nenes borrachines jueguen a las manitas calientes.

 

Pero si se cree que este priismo de risa y cinismo es propio de Veracruz, pues no, es una corriente nacional, porque si no, Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional, no hubiera venido a Boca del Río el domingo pasado a avalar todo el desastre que ha generado el PRI-Gobierno en Veracruz.

 

El PRI es eso: corrupción, porquería, bajeza.

Pero del PRI no es toda la culpa. La mitad es de la gente que en auténtica acción borreguil, por una despensa, por unas láminas, por un billete de 50 pesos, otorga la firma que legitima el gran teatro electoral. Cincuenta, cien o docientos pesos. La cantidad es lo de menos. En cambio ellos, (los priistas en el Poder) en esos periodos, simplemente no sólo saldrán de pobres, sino que se enriquecerán a niveles insospechados, en un país de pobres.