SÁBADO

Excelente fin de semana

1.- De verdad que no se trata de una crítica de mala fe, sino es en realidad la recopilación de expresiones de algunas personas, eso sí, todas ellas priistas muy distinguidos de Coatepec y la Región.

Me refiero a lo que todo indica fue una desafortunada participación del diputado local por Perote Juan Manuel Velázquez Yunes, quien esta semana asistió a Coatepec como "invitado de última hora" en el evento de firma de convenio-colaboración entre ayuntamientos del Distrito de Coatepec y el Instituto de Capacitación para el Trabajo en el Estado de Veracruz, Icatver por las siglas.

Resulta que el evento como tal era del Icatver; el tema, obviamente le correspondía al Icatver; de ahí que nadie vio para nada mal que el titular de ese Instituto, Víctor Arcos Roldán, tomara la palabra para resaltar los beneficios y favores que pueden resultar de un trabajo coordinado entre la dependencia a su cargo y los diversos ayuntamientos.

El planteamiento hecho por Víctor Arcos sonó razonable, bien estructurado, un poquillo exaltativo a su trabajo, su persona y cargo, pero es aceptable, después de todo era "su" evento.

¿Que Víctor Arcos en realidad está tratando de calentar motores en un intento de ser designado candidato del PRI a diputado federal por el Distrito?. Pues es probable que sí. Pero aún así, su trabajo le costó armar, instruir y proyectar estos escenarios en donde podría darse a sí mismo el lugar para exponer sus ideas.

¿Qué o cómo llegó de repente Juan Manuel Velázquez Yunes a ese evento?. Ese sí es un problema, porque de entrada Juan Manuel no pertenece a la región de Coatepec, sino a la de Perote; no es representante social por esta región; no es diputado integrante de alguna Comisión que tenga que ver con el Icatver, pues sus Comisiones son: Instructora, Justicia y Puntos Constitucionales y Vigilancia.

O sea, legislativamente no tenía nada qué hacer en Coatepec aquella aciaga tarde-noche, y por ende, resultaba como vano que se le invitara a hacer uso de la voz en un tema que no le incumbe para nada; y pues ya ni se diga, que es a Juan Manuel Velázquez Yunes a quien se le encarga ¡la clausura del evento!.

¿Porqué estuvo mal esto?. Bueno, porque exactamente a Juan Manuel Velázquez Yunes se le clasifica, al igual que a Víctor Arcos Roldán y a otros priistas de la región, como serio aspirante a la candidatura del PRI a la diputación federal que se elegirá en Julio de 2015.

Y el lector preguntará: ¿Y...?. Pues nada. Que a Juan Manuel Velázquez, luego de esta necesidad de aparecer en eventos de esta naturaleza, se le comienza a ver como una persona a la que le urge confirmarse como "el bueno" para la elección. 

Juan Manuel Velázquez Yunes está manifestando una urgencia que le lleva a adelantarse demasiado a los tiempos políticos.

Y pues sí. Algunos lo ven mal y desde luego que obviamente, otros lo verán bien.

2.- Dicen los que bien saben, que la peor medida que pudo implementar el Gobierno del Estado de Veracruz en la crisis económica por la que atraviesa, fue el de despedir a diestra y siniestra a empleados gubernamentales que por años fueron los que 'sacaron la chamba' en las diversas oficinas de las dependencias.

El pretexto de estos despidos fueron en primer lugar, que tales trabajadores-empleados jamás adquirieron base, sino que siempre laboraron bajo el esquema de "empleados de confianza"; dicho esquema tiene sus ventajas, como el hecho de ganar más y tener acceso a cargos que de otra manera quedarían vedados; obviamente dicho esquema también tiene una enorme desventaja: en el momento menos esperado, el empleado queda despedido.

Cabe señalar que previo a los despidos, los empleados fueron objeto de una disminución del salario del 50 por ciento, lo que ya mostraba lo rojo del estado financiero de las cuentas gubernamentales; pero ni así se salvó el asunto y la decisión fatal fue dar por terminadas las relaciones laborales.

Y sin embargo hay un detalle bastante turbio en el asunto; se trata de que cada oficina en donde hubo "depuración" de personal, pues se mencionan a dos, quizá tres empleados que fueron dados de baja "para ahorrar esos salarios". El problema es que exactamente a las mismas oficinas, días después de los despidos de "los viejos", comenzaron a llegar montón de chamaquillos y chamaquillas, a ocupar los espacios que estaban vacantes.

Y lo peor: que una oficina donde laboraban por ejemplo tres empleados, en este momento hay ¡hasta cinco o seis empleados!

Obvio que uno se pregunta ¿Cuándo rejijos se va a ahorrar un peso, si en lugar de desocupar nómina, ésta se incrementa?.