CARENCIAS

Excelente día

1.- En el ayuntamiento de Coatepec que apenas inició gestión el pasado 1 de enero se han presentado al mismo tiempo dos situaciones relacionadas con el dinero: una, el déficit escandaloso y aún oscuro que heredó la administración que encabezó el malogrado José Manuel Sánchez Martínez, quien definitivamente rompió con la imagen que los coatepecanos se esforzaron en tener de él, al contabilizarse hasta el momento poco más de 60 millones de pesos en calidad de déficit.

La otra cuestión es el vacío de información que inundó el interior del presente Cabildo respecto a las condiciones reales de las arcas municipales, situación que tiene como síntoma visible y grave el que hasta este lunes 20 de enero, los empleados y regidores no hubieran recibido su primer quincena de salario, más aparte descuentos de hasta un tercio del salario en algunos policías municipales, lo que hasta este Lunes confirmó la renuncia de dos uniformados que no estuvieron de acuerdo en dicha medida.

Obvio esta crisis que genera rostros de incertidumbre en los fieles seguidores del "juanelismo", está calando en los ánimos internos y aunque parezca difícil de creer, está dejando huella en el incipiente trabajo municipal que se desarrolla; el problema se fortalece al no haber información oficial que les aclare a qué hora aparecerá la luz al final del túnel, lo que por otra parte da a luz a la especulación a la desinformación generalizada.

En el caso de la Policía, todo indica que desde Presidencia bajó una instrucción precisa: elemento que no haya sido instruido en la Academia de Policía, no puede seguir devengando el salario completo; en este sentido hay un caso muy concreto: un elemento devengaba un salario de 3 mil 800 pesos, pero el pasado viernes 17 de enero, dos días después de la fecha en que debió haber recibido su quincena, la sorpresa fue que su nómina sufrió un descuento de Mil 400 pesos, por lo que al final sólo recibió 2 mil 400 pesos.

En ese sentido, de forma extraoficial trascendió que este lunes 20, dos elementos decidieron presentar su renuncia y solicitar su Baja de la corporación, pues el recorte de aproximadamente un tercio de su salario les pareció simplemente ofensivo y violatorio de sus derechos laborales.

Así pues, atacados por dos flancos: el de la 'herencia maldita' de José Manuel Sánchez Martínez y los fallos de la presente administración, al final los coatepecanos están siendo testigos de un inicio de administración atropellado, desorganizado, carente de objetivos visibles y sobre todo, carente de sensibilidad político-social.

2.- A nadie le debe extrañar que la señora Ana Lília López Vanda, presidenta municipal de Teocelo, considere el retorno de las "vaquilladas" a esa ciudad, pues estos eventos son en parte buenos promotores del alcoholismo público; la cultura y nivel de la señora Ana Lília y su esposo el ingeniero Óscar Hernández de la Cruz es de todos conocido, y por ejemplo la debilidad del ingeniero Hernández de la Cruz por las bebidas embriagantes no es un tema privado sino público, pues apenas hace tres años cuando fue el Presidente Municipal del mismo ayuntamiento de Teocelo, escenificó junto a muchos de sus colaboradores y directores situaciones graves relacionadas con el alcohol y el volante, en algunos casos en horarios de trabajo y servicio; quizá lo más conocido, el que con una camioneta Hilux modelo 2009 adquirida por el ayuntamiento que presidía, en una salida sin justificación y sin motivo oficial a la carretera Xalapa-Naolinco, el chofer destrozó un taxi de aquella zona, escondiendo inmediatamente la camioneta oficial en un taller de hojalatería y pintura en donde permaneció por más de un año, hasta que la administración municipal 2011-2013 que presidió Cristian Teczon Viccon, la rescató y la puso de nuevo en circulación.

Los excesos del matrimonio Hernández de la Cruz-López Vanda cuando él fue presidente y ella presidenta del Dif, fueron comidilla del vox populi y además fueron en mucha parte, documentación periodistica, así es que en la realidad, nadie debería extrañarse de que las vaquilladas y otros avances construidos a lo largo de tres años de Gobierno Municipal en el periodo 2011-2013, simplemente se vayan al drenaje.

Por cierto, que en el caso de la Hilux, el Órgano de Fiscalización Superior jamás pudo explicar cómo le hizo para cuadrar la Cuenta Pública del Gobierno de Óscar Hernández, pues el dichoso ORFIS jamás se dio cuenta que la Caja Municipal desembolsó casi 300 mil pesos del erario público para comprar la camioneta y lo peor: ¡¡jamás se dio cuenta que la camioneta simplemente desapareció!!, por lo que simplemente ¡¡aprobó¡¡ dicha administración, al grado que tres años después, los devolvieron al Poder Municipal.  ¿Cómo la ven?...