FRACCIONADORES

1.- No entiendo a veces el "municipalismo" hipócrita de muchos. "Tú no eres de Coatepec", es una frase que le he escuchado a muchos falsos. Pero por ejemplo, un señor de apellido Murrieta y que dicen fue un impulsor decisivo para que José Manuel Sánchez Martínez obtuviera el cargo de Presidente Municipal de Coatepec, hoy es señalado (otra vez, porque ya ha enfrentado el repudio de muchos círculos sociales de Coatepec) por arrasar 500 hectáreas de bosque, el último pulmón, dicen, de la parte baja del municipio, que se encuentra inmerso entre las comunidades de Bella Esperanza, Tuzamapan, Mahuixtlán, por mencionar algunas.

El señor Murrieta, hasta donde me dicen, él sí es de Coatepec, al igual que el presidente municipal José Manuel Sánchez Martínez. El detalle, es que el conflicto que le narré en parte la semana pasada cuando un grupo de campesinos llegaron al Congreso del Estado a denunciar la tala de las 500 hectáreas, no parece que vaya a terminar de forma tan amigable. Y es que el señor Murrieta presenta una serie de documentos, todos legales ciertamente, en donde él afirma que ya cuenta con la aprobación de tumbar, así nomás, las 500 hectáreas de zona boscosa y arbórea.

El problema es que en conjunto, tales documentos no son emitidos por la instancia facultada para tal permiso. Y eso no lo digo yo. Platiqué el fin de semana con Roberto Pérez Moreno, el diputado local por el Distrito de Coatepec. Me relató que él habló con el señor Murrieta para conocer la situación, dado que los quejosos no llegaron al Congreso a quejarse con él (¡!) sino con el diputado plurinominal del PRD Rogelio Franco Castán. Murrieta, me dice "Juanelo", se mostró incómodo por la interposición del diputado. Incluso, en algún momento lo calificó de "molesto" por cuestionar la legalidad de la documentación que presenta. 

En ese sentido Roberto es señalado por ser muy populachero y dicharachero, pero de que cuando habla de esta clase de permisos y cambios de uso de suelo de título agrario a lotes para vivienda, el hombre sabe lo que dice. Es más, incluso me comentó que el caprichito de seguir dándole en la madre al Coatepec "que tanto aman", ya alcanzó hasta al sector productivo cañero. ¡Así como lo lee!. Y es que resulta que el avance de la mancha urbana en Coatepec, equivale a la misma proporción de disminución de tierras de sembradío. En esa zona prevalecen las fincas de caña de azúcar que a su vez surten de zafra al Ingenio de Mahuixtlán, que a su vez, relativamente apenas, hizo una inversión muy importante para adquirir equipo que le permitiera recibir más caña para procesar.

Pero en lugar de recibir más caña, ahora resulta que el tonelaje que se recibía, disminuyó. ¿A qué se debió esa disminución?. Pues a que muchas hectáreas en donde se sembraba caña, ahora son hermosas y pintorescas casitas. Obvio que la administración de Mahuixtlán, pues echa madres, padres, y hasta abuelas, porque su inversión simplemente se fue a la basura.

Pero el detalle es entonces, que "Juanelo" detectó que la documentación que ostenta el señor Murrieta, orgulloso de ser de Coatepec y de verlo como la tierra que habrá de heredarle a los nietos, no es válida. Es documentación?, sí. Oficial?. Sí. Emitida por entes oficiales?. Sí. Pero la tramitología no cumple las requisiciones exigidas por la Ley. 

Y cuando todo esto se lo comentó "Juanelo" al señor Murrieta, pues al otro no le gustó. Obvio que la primera defensa es que "el ayuntamiento le otorgó todos los permisos". ¡¡Pues sí!!. Imagínese usted si el alcalde que llega al cargo por la amistad y apoyo "incondicional" de su patrón y protector, le va a negar un "favorcillo" a alguien que tanto le ha demostrado el cariño, aprecio y buena voluntad. 

Pero los vericuetos de los tráficos de influencias y abusos y componendas administrativos serían lo de menos. La pregunta es: ¿Hasta cuándo aguantará Coatepec la agresión brutal a su entorno ecológico?. Porque, usted se acuerda hace diez años, cómo la carretera desde Xalapa estaba envallada de árboles a escasos 30 centímetros de la cinta asfáltica, uno tras otro?. A Sergio Ramírez Cabañas nomás se le ocurrió rebanar el cerro de las Culebras y abrirle la puerta a sendos fraccionadores de índole nacional. Y a José Manuel Sánchez Martínez nomás se le ve otorgando permisos a diestra y siniestra a su patrón, que ya lleva varias hectáreas que eran fincas y en el peor de los casos pastizales y que hoy son hermosos "lotes campestres".

Lo bueno de todo esto, es que por lo menos "Manolo", no deja que otros acaben con Coatepec. Prefiere que sean los propios Coatepecanos, los que se acaben literalmente a su tierra. "Municipalismo" puro. ¡Bien!.



2.- Sin afanes protagónicos, sin convocar a las cámaras y sobre todo, sin querer a fuerza salir en foto, como algunos falsos pastores como el señor Guillermo Trujillo Álvarez, la Iglesia Evangélica Pentecostés Independiente, MIEPI por sus siglas, apenas una de alrededor de 75 denominaciones evangélicas en Xalapa con registro oficial, reunió a parte de su membresía en su Centro Nacional de Convenciones ubicado exactamente en el límite de los municipios de Jilotepec y Coacoatzintla, alcanzando una asistencia de 8 mil creyentes, simpatizantes e invitados.

La causa de esta reunión fue propagar y reafirmar su fe entre la membresía, además de lanzar durante tres horas que duraron los encuentros, primero el sábado y luego ayer domingo, una serie de mensajes directos contra el alcoholismo, la drogadicción, la desintegración familiar, el suicidio y otros vicios y males que aquejan a la humanidad.

Fue a través de canciones, dramas, poesías, mensajes bíblicos y oraciones especiales, que los miles de asistentes provenientes de diversas colonias de Xalapa, así como de los municipios de Jilotepec, Coacoatzintla, Naolinco y Miahuatlán, entre otros, reconfirmaron sus creencias.

Por cierto, que en torno al impresionante recinto, se ha ido construyendo al paso de los días un movimiento económico enorme: desde puestos de comida, artículos diversos y hasta un dispositivo especial implementado por organizaciones de taxistas y de líneas de autobuses, que se ganan sus buenos centavos al movilizar esos días, a los miles de visitantes.