ALIANZA PARA EL DESARROLLO

Poe Juan Osorio Flores

1.- Ayer jueves se registró un hecho políticamente muy importante: el presidente municipal de Acajete Gaudencio Hernández Arriaga se reunió con el candidato del PRI a la diputación federal por Coatepec Fernando Charleston Hernández. El detalle es que Gaudencio es del PAN y Fernando Charleston es del PRI.

Y es que según ha trascendido, el presidente municipal que precisamente vence al PRI en la elección local de 2010, no ha podido ver una claridad, transparencia y sobre todo, congruencia en las filas de su Partido. Situación que por cierto no es el único panista que lamenta tal incongruencia durante las pláticas de café.

El caso es que al parecer hay algunas necesidades muy específicas en el municipio que el alcalde ha buscado resolver para bien de su comunidad y que los funcionarios del PAN que bien podrían echarle la mano, no se han interesado en ello, ya que Acajete realmente es un municipio pequeño y en este momento es harto visible que al menos por parte de las delegaciones federales como Oportunidades, Sedesol, Sagarpa y otras, los apoyos fluyen hacia los municipios que puedan representar victorias contudentes en las próximas elecciones.

Entonces se da el contacto: Gaudencio Hernández Arriaga conoce a Fernando Charleston desde que era el Subsecretario de Planeación de la Sefiplan, porque el alcalde de Acajete de pronto recibe la visita del Subsecretario quien le pide sentarse con él a conocer una gama de proyectos que pueden obtenerse de acuerdo a una tramitología específica.

Gaudencio acepta y resulta que sí: sí hay resultados y la economía local comienza a oxigenarse. Pasa el tiempo y cuando Fernando Charleston es elegido candidato a la diputación, inicia a dar la propuesta de servir de enlace, gestor y hasta capacitador a alcaldes, de cómo poder obtener recursos frescos del Gobierno para sus municipios.

Gaudencio sabe que tales propuestas no son promesas sino son realidad, porque él ya vio que las estrategias de Charleston funcionan. El epílogo es que ayer jueves el alcalde se reúne con el candidato en un ámbito bastante respetuoso, incluso sin que el alcalde dijera o siquiera dejara ver que quiera cambiar de Partido: por el contrario, dejó muy en claro que le interesa sacar adelante a su municipio y que su trabajo de ser gestor, no puede limitarse a las filas de la militancia de sus siglas partidistas.

Y por el otro lado Fernando Charleston, tampoco vio al alcalde como 'botín político', sino como uno más de los alcaldes desesperados por poder echar andar sus planes de desarrollo local, que harto se han detenido gracias a las manipulaciones que ha hecho el Gobierno Federal de los recursos que se le deben al Estado de Veracruz y que desde luego llevan precisamente el interés de paralizar las operaciones económicas estatales y así bloquear del todo el trabajo.

No cabe duda que estas son las reuniones de trabajo que enriquecen, pues no llevan como contexto la jiribilla de ver quién junta más gente, o quién va más arriba o más abajo en las encuestas, sino llevan como tema central el trabajo a favor de las familias.

2.- Quejas, molestias, tristeza y hasta en algunos casos desesperación es lo que se vive entre el comercio denominado 'informal' de la cabecera de Las Vigas de Ramírez, en donde 234 familias tuvieron que retirarse de la calle principal con todo y sus legendarios puestos, algunos operando desde 1960 y 1970, acción que de paso, ofrece hoy un escenario de 'pueblo fantasma'.

Y es que en Las Vigas, la verdad, la famosa intención esa de "regular al comercio informal" no tuvo jamás el menor de los casos, pues precisamente la imagen del pueblo al ir entrando ya sea a bordo del autobús que  hace parada obligada o bien en coche, era esa: entrar a una calle viva de puestos en donde lo mismo se podía tomar un café con un tamal ranchero en 8 pesos, o un pambazo en 3.50, que comprar chicharrón, pan, aguacates recién cortados, chayotes hervidos, acelgas de rancho,rábanos y más.

Este 'comercio informal' no solo no le hizo durante décadas daño alguno a nadie, sino que fue el sostén oficial de 234 familias, que el mes de noviembre pasado fueron obligados por el alcalde Cristóbal Agustín Hernández Ramírez de la alianza PRD-PT-Movimiento Ciudadano, a abandonar las calles para ser reubicados en el interior del mercado municipal, en donde sus ventas, a veces, son de 10 pesos al día.

Los vecinos, tanto los directamente afectados, como los compradores que dejaron de tener algarabía en las puertas de sus casas, se preguntan: ¿es este el sentido del trabajo a favor de los pobres que tanto enarbola el PRD y sus candidatos?. Entonces mejor no votar por ellos.