DISCULPA PÚBLICA

Por Juan Osorio Flores

Varios amigos de La Voz de la Región me están haciendo un reclamo: en dónde está un artículo que publiqué en este espacio el 2 de febrero de este año, y que, me dicen, por más que lo han buscado, no aparece.

Incluso, uno de nuestros lectores me dice que "espero que no lo hayan comprado ya y por eso lo quitó del archivo virtual"..

No. Ahí ha estado el artículo, pero para responer a la amable atención de todos ustedes, de forma especial para quienes lo solicitaron, con mucho gusto lo volvemos a publicar íntegro.

La Voz de la Región y concretamente yo, soy uno de los que afirmé que el ex alcalde de Coatepec Sergio Ramírez Cabañas tendría que pisar la cárcel, o en el más amable de los casos, pues regresar al menos unos 12 milloncejos que no se podían "tapar" ya de su contabilidad, altamente "tratada" por expertos en la materia. Pero no. El dictamen que dio a conocer el Congreso del Estado hace unos días dice que Coatepec "salió bien" en su Cuenta Pública 2010 y que no se halló ninguna irregularidad. Leyó usted bien: ninguna irregularidad. Todo bien. Y creo que en este momento, hasta se piensa en otorgarle un premio a Ramírez Cabañas por haber puesto en alto el concepto de "Honestidad en el manejo de recursos municipales"

Obviamente eso me obliga a tragarme mis palabras, porque quiere decir que el chismoso soy yo. He de reconocer que siempre que denuncié las irregularidades, pues resulta que mentí. También mintieron mis contactos en el Orfis, cuando uno de ellos sin más me dijo cuando le cuestioné "¿Y Coatepec?"- , respondiéndome casi al instante: "Pésimo, mal, no hay por donde ayudarlo a este cuate; se fue liso".

También mintió un encumbrado funcionario del Congreso del Estado, amigo mio desde el inicio del milenio, a quien le hice exactamente la misma pregunta una tarde en el área de la cafetería del mismo Palacio Legislativo: "No, ni me digas de Coatepec; bien atorado este Sergio, son entre 15 y 20 millones los que están bailando".

Obvio, yo creído, pues acepto que de forma simple le creí al cuerpo de auditores que trabajó por meses en la entrega-recepción de la administración municipal de Coatepec 2008-2010 a la 2011-2013 y quienes documentaron inconsistencias financieras por poco más de 60 millones de pesos, algunas estrictamente documentales, y otras, ciento por ciento financieras.

Y aclaro, todos mis contactos y fuentes, desconozco porqué mintieron, pero yo?. Me averguenzo de ser tan mentiroso. Cómo es posible que haya yo no solo pensado, que ya era ofensa pensarlo, que Sergio Ramírez hubiera sido el alcalde más corrupto, sucio, deshonesto y transa que hubiera tenido Coatepec en los últimos años. Pero mi atrevimiento fue a más: no solo lo pensé, sino que hasta lo escribí. Me siendo avergonzado.

Todavía hace unas semanas tuve la osadía de publicar la fotografía de unas casitas de madera que se compraron por Sergio Ramírez para instalarlas en el Parque Hidalgo y que acabaron en manos de un ex regidor que sin más las vendió para acompletar "pal' pomo". Osadía la mía y ofensa para el ex alcalde y el ex regidor.

Ah, pero una cosa es ser mentiroso y otra cosa es ser menso; me amarre el dedo, escribiendo hace meses que Sergio Ramírez se movilizó a transar con funcionarios del Orfis y del Congreso del Estado e incluso mencioné por ahí una construccioncita, una cabañita sencilla allá por el rumbo de Briones, que esperaba poder albergar a alguno de los citados, en reciprocidad por las atenciones recibidas durante el análisis de las Cuentas Públicas 2009 y 2010. Mi maldad no tiene límites.

Y bueno, no solo ofendí y mentí sobre Coatepec, sino sobre Teocelo, en donde me atreví a suponer que era un delito fiscal y contra el patrimonio municipal, entiéndase contra la lana de los teocelenses, el haber ido a esconder una camioneta chocada último modelo, a un taller particular en Naolinco en donde se pagaron varias decenas de miles de pesos para poder recuperarla.

Pero no. Tampoco eso es verdad, porque el Orfis dijo que Teocelo salió limpio, como la nieve limpia, como el agua limpia, como el blanco más blanco, como la pureza misma. Y yo, mintiendo sobre que esa solamente era una de las irregularidades que se cometieron por la administración de Óscar Hernández de la Cruz.

Pero la justicia existe; para nosotros los mentirosos existe el juicio de la verdad que desenvainada, nos averguenza y humilla, colocándonos en el sitio que nos merecemos. Me queda muy claro que el brazo ejecutor de la justicia, fue el órgano de fiscalización superior, y diputados del muy honorable Congreso del Estado de Veracruz, quienes de un plumazo sacaron a la luz la verdad. Yo mentí, porque ni en Coatepec ni en Teocelo se cometieron irregularidades algunas.

Los ex alcaldes de estos municipios entonces son dechados, ejemplos, hombres ilustres y a quienes lo menos que les debo, es una disculpa pública.

En ese tenor, quiero solicitar prestadas las sabias palabras de mi amigo y ex compañero de redacción en Gráfico de Xalapa, don Manuel Rossete Chávez, que en la edición del 30 de enero de 2012 refiere respecto a la presencia en esos días de Los 400 Pueblos. "Si quieren una disculpa, se las doy, pero ya lárguense".

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