INNOVACIONES...
Por Juan Osorio Flores
El Presidente Municipal de Teocelo Cristian Horacio Teczon Viccon creó alguna polémica al haber alterado el protocolo que debe regir la lectura de un Informe de Gobierno.
Según lo establece el Capítulo II en el Artículo 33 de la Ley Orgánica del Municipio Libre, que textualmente establece: "Durante el mes de diciembre, el Presidente Municipal deberá rendir a los ciudadanos y al Ayuntamiento un informe sobre el estado que guarda la administración pública municipal. Dicho acto se realizará en Sesión pública y solemne de Cabildo".
El espíritu de la Ley personifica en el Presidente Municipal, a la única voz autorizada para rendir el estado de la Administración y sobre todo, lo faculta a ser el único ente legalmente constituido para este efecto.
La anterior reflexión viene a colación porque el Primer Informe de Gobierno del Ayuntamiento de Teocelo, realizado este martes por la tarde en el salón social de la cabecera municipal, además de no haber logrado concurrir a asistencia, pues básicamente los presentes fueron los trabajadores sindicalizados y de confianza al servicio de la administración, también adoleció de este protocolo marcado en el Artículo citado líneas arriba: que el Presidente Municipal "deberá rendir a los ciudadanos y al ayuntamiento un informe sobre el estado que guarda la administración pública municipal".
Y es que Cristian Horacio Teczon Viccon cedió ese honor y también esa responsabilidad legal, a los directores de área: Obras Públicas, Protección Civil, Seguridad Pública, Limpia Pública y el resto de las áreas municipales, sus titulares fueron conferidos a dar a conocer de forma pública el resultado de sus trabajos.
Dicho de otra manera: en lugar de que el Presidente Municipal rindiera a "ciudadanos Y AL AYUNTAMIENTO" el resumen de los trabajos realizados, resulta que se invirtió el espíritu de la Ley, pues fueron los funcionarios quienes rindieron cuentas al Presidente Municipal.
La polémica que por cierto llegó hasta Xalapa, tiene que ver con dos vías: el desconocimiento absoluto de las formalidades legales en materia de una Sesión Solemne de Cabildo, la Sesión más importante del año en un ayuntamiento, o, en su defecto, la flojera y el descuido de un Presidente Municipal de cubrir las obligaciones que solamente a él le competen.
En lo personal creo que se trató de una buena intención de innovar; lo que nadie le indicó al Presidente Municipal, entiéndase asesores, consejeros o técnicos municipales que deben trabajar al servicio del alcalde, es que no puede innovarse en materia de aplicación de la Ley, sobre todo, cuando no se es Constitucionalista.
Por el contrario, se sientan precedentes que agravan aún más la ilegalidad que priva entre los funcionarios municipales que saben tanto de la Ley Orgánica del Municipio Libre como de lengua quechúa.
Y es que si los propios representantes sociales que protestan "guardar y hacer guardar la Constitución Política del Estado, del País y todas las Leyes que de ellas emanen", son los primeros que se la brincan con toda la impunidad posible, nada más porque piensan que "así se ve mucho mejor" la aplicación de las mismas, pues definitivamente vamos en un retroceso legal hacia un campo en el que cada quien hace lo que quiere.
Decían los abuelos: "No hagas cosas malas que parezcan buenas, ni cosas buenas que parezcan malas". Y vaya que tenían razón.
Según lo establece el Capítulo II en el Artículo 33 de la Ley Orgánica del Municipio Libre, que textualmente establece: "Durante el mes de diciembre, el Presidente Municipal deberá rendir a los ciudadanos y al Ayuntamiento un informe sobre el estado que guarda la administración pública municipal. Dicho acto se realizará en Sesión pública y solemne de Cabildo".
El espíritu de la Ley personifica en el Presidente Municipal, a la única voz autorizada para rendir el estado de la Administración y sobre todo, lo faculta a ser el único ente legalmente constituido para este efecto.
La anterior reflexión viene a colación porque el Primer Informe de Gobierno del Ayuntamiento de Teocelo, realizado este martes por la tarde en el salón social de la cabecera municipal, además de no haber logrado concurrir a asistencia, pues básicamente los presentes fueron los trabajadores sindicalizados y de confianza al servicio de la administración, también adoleció de este protocolo marcado en el Artículo citado líneas arriba: que el Presidente Municipal "deberá rendir a los ciudadanos y al ayuntamiento un informe sobre el estado que guarda la administración pública municipal".
Y es que Cristian Horacio Teczon Viccon cedió ese honor y también esa responsabilidad legal, a los directores de área: Obras Públicas, Protección Civil, Seguridad Pública, Limpia Pública y el resto de las áreas municipales, sus titulares fueron conferidos a dar a conocer de forma pública el resultado de sus trabajos.
Dicho de otra manera: en lugar de que el Presidente Municipal rindiera a "ciudadanos Y AL AYUNTAMIENTO" el resumen de los trabajos realizados, resulta que se invirtió el espíritu de la Ley, pues fueron los funcionarios quienes rindieron cuentas al Presidente Municipal.
La polémica que por cierto llegó hasta Xalapa, tiene que ver con dos vías: el desconocimiento absoluto de las formalidades legales en materia de una Sesión Solemne de Cabildo, la Sesión más importante del año en un ayuntamiento, o, en su defecto, la flojera y el descuido de un Presidente Municipal de cubrir las obligaciones que solamente a él le competen.
En lo personal creo que se trató de una buena intención de innovar; lo que nadie le indicó al Presidente Municipal, entiéndase asesores, consejeros o técnicos municipales que deben trabajar al servicio del alcalde, es que no puede innovarse en materia de aplicación de la Ley, sobre todo, cuando no se es Constitucionalista.
Por el contrario, se sientan precedentes que agravan aún más la ilegalidad que priva entre los funcionarios municipales que saben tanto de la Ley Orgánica del Municipio Libre como de lengua quechúa.
Y es que si los propios representantes sociales que protestan "guardar y hacer guardar la Constitución Política del Estado, del País y todas las Leyes que de ellas emanen", son los primeros que se la brincan con toda la impunidad posible, nada más porque piensan que "así se ve mucho mejor" la aplicación de las mismas, pues definitivamente vamos en un retroceso legal hacia un campo en el que cada quien hace lo que quiere.
Decían los abuelos: "No hagas cosas malas que parezcan buenas, ni cosas buenas que parezcan malas". Y vaya que tenían razón.
