SI PRI SE UNE Y TRABAJA, GANA
Por Juan Osorio Flores
Luego de la serie de artículos que he redactado sobre las condiciones que privan en el PRI de Coatepec y del resto del Distrito, la mañana de ayer recibí la llamada telefónica de un muy connotado priísta de la región, hombre muy conocido, varias veces considerado para puestos muy importantes y otras tantas veces en dichos cargos.
Luego del saludo, mi amigo entra en materia: "Mi querido Juan, leyendo la agudeza que se te ha acentuado respecto al Partido".
Luego, dándome cátedra de que me ha honrado con su cuidadosa lectura, me cita uno a uno los textos que he escrito al respecto: "eres duro con nosotros, sin embargo has sido muy realista, has atendido el tema desde un punto de vista sumamente claro y veraz y esa es la razón por la que muchos comentamos con preocupación las verdades que tu publicas".
Luego, mi amigo comienza a explicarme que si se detecta la enfermedad a tiempo, es posible detenerla: "la preocupación debe ser por cada una de las visibles fallas en nuestra existencia partidista que tu has visto, pero más debe ser porque ahora que las tenemos de frente, propongamos soluciones prácticas y libres de demagogia".
Mi amigo opina que un PRI unido y concertado, "gana". "Es posible Juan. Te puedo asegurar que la fuerza del Partido es muy importante y que si todos empujamos hacia el mismo lado, las cosas se enderezan. Por lo demás, parte de lo que has visto y escrito, es parte de esa rebelión natural que se gesta en cada periodo electoral, pero hay que canalizar esa fuerza, hay que canalizar esa rebeldía; hay que unirnos Juan, esa es la solución: unirnos".
Coincido con él. Aunque le advierto que ese llamado a la "unidad" ha sido lanzado una y otra vez al viento. "Pero creo que en este momento los priístas estamos, en el peor de los casos, forzados a la unidad. No tenemos de otra. Lo sabemos, lo entendemos y lo tenemos muy claro: la única vía de vida política, es la unidad, a costa de lo que sea".
Comentamos cuestiones acerca de los procesos de selección de candidatos: "Es todo un tema, sin duda alguna, pero insisto Juan: la unidad. En este momento la meta más que ver quién será candidato, es que el Partido esté unido: lo demás es lo de menos".
Dice que esa unidad "aunque en este momento no lo veas", ya se está gestando. "Te puedo asegurar que por las causas que tu quieras nombrar, pero los grupos, aún los disidentes permanentes, están comenzando a forzarse a la unidad en torno a. Las condiciones son buenas. Nuestro Partido requiere y está en disposición de re-ganarse la confianza ciudadana y lo primero es comenzarnos a entender nosotros. Te doy mi palabra que ya se dieron los primeros grandes pasos para esta unificación. No te hablo de milagros, ni de cambios radicales de pensamiento o actitud de los grupos diversos del Partido. Simplemente estamos comenzando a entender que es la única vía".
Así pues desde ese escenario, "es posible Juan. Podemos ganar la diputación federal, que tu has cuestionado mucho. Es verdad, hemos dejado perder terrenos muy importantes, pero estamos a tiempo de reconquistarlos con trabajo, con tesón, con unidad. Te pido que me creas Juan. Los priístas estamos trabajando duro, aún en ocasiones en contra de nuestras metas personales. Nuestra meta general en este momento es regresar al sitio en donde estuvo este Distrito, y creo que hemos empezado a colocar las condiciones para que eso se de".
Mi amigo considera que las condiciones políticas son complicadas: "coincido contigo; hay preocupación, ya te lo comentaba. Pero creo que estamos comenzando a canalizar nuestra preocupación, hacia trabajo, entrega, disposición y unidad".
Mi amigo insiste: "Ayúdanos Juan a que la sociedad nos brinde confianza como Partido. Tus análisis, te repito, están basados en hechos reales, pero ahora como priísta te pido que la hables a la sociedad de lo que estamos haciendo: estamos sembrando, estamos trabajando, estamos regresando a los orígenes de acercarnos al máximo a la gente, a las bases. Es cierto, no te estoy diciendo que todo es color de rosa. Te estoy diciendo que muchos ya estamos con las manos bien puestas en el repunte del Partido y que estamos, aún con opiniones personales cuestionables, colocando al Partido como prioridad, y estamos forzándonos a una unidad en torno a un proyecto de Partido. Que el candidato sea el que tenga que ser. Se trata de que el PRI esté en su mejor momento para llevar, a quien sea el candidato, a un triunfo determinante".
Me comprometo a esa petición: "Yo te conozco Juan. Se que eres un profesional y no dudo en nada que convertirás esta plática de amigos en una herramiento de información".
Nos despedimos, no sin antes comprometernos a comer cualquier día, "ya aunque sea en Teocelo"; reímos y colgamos el teléfono.
Luego del saludo, mi amigo entra en materia: "Mi querido Juan, leyendo la agudeza que se te ha acentuado respecto al Partido".
Luego, dándome cátedra de que me ha honrado con su cuidadosa lectura, me cita uno a uno los textos que he escrito al respecto: "eres duro con nosotros, sin embargo has sido muy realista, has atendido el tema desde un punto de vista sumamente claro y veraz y esa es la razón por la que muchos comentamos con preocupación las verdades que tu publicas".
Luego, mi amigo comienza a explicarme que si se detecta la enfermedad a tiempo, es posible detenerla: "la preocupación debe ser por cada una de las visibles fallas en nuestra existencia partidista que tu has visto, pero más debe ser porque ahora que las tenemos de frente, propongamos soluciones prácticas y libres de demagogia".
Mi amigo opina que un PRI unido y concertado, "gana". "Es posible Juan. Te puedo asegurar que la fuerza del Partido es muy importante y que si todos empujamos hacia el mismo lado, las cosas se enderezan. Por lo demás, parte de lo que has visto y escrito, es parte de esa rebelión natural que se gesta en cada periodo electoral, pero hay que canalizar esa fuerza, hay que canalizar esa rebeldía; hay que unirnos Juan, esa es la solución: unirnos".
Coincido con él. Aunque le advierto que ese llamado a la "unidad" ha sido lanzado una y otra vez al viento. "Pero creo que en este momento los priístas estamos, en el peor de los casos, forzados a la unidad. No tenemos de otra. Lo sabemos, lo entendemos y lo tenemos muy claro: la única vía de vida política, es la unidad, a costa de lo que sea".
Comentamos cuestiones acerca de los procesos de selección de candidatos: "Es todo un tema, sin duda alguna, pero insisto Juan: la unidad. En este momento la meta más que ver quién será candidato, es que el Partido esté unido: lo demás es lo de menos".
Dice que esa unidad "aunque en este momento no lo veas", ya se está gestando. "Te puedo asegurar que por las causas que tu quieras nombrar, pero los grupos, aún los disidentes permanentes, están comenzando a forzarse a la unidad en torno a. Las condiciones son buenas. Nuestro Partido requiere y está en disposición de re-ganarse la confianza ciudadana y lo primero es comenzarnos a entender nosotros. Te doy mi palabra que ya se dieron los primeros grandes pasos para esta unificación. No te hablo de milagros, ni de cambios radicales de pensamiento o actitud de los grupos diversos del Partido. Simplemente estamos comenzando a entender que es la única vía".
Así pues desde ese escenario, "es posible Juan. Podemos ganar la diputación federal, que tu has cuestionado mucho. Es verdad, hemos dejado perder terrenos muy importantes, pero estamos a tiempo de reconquistarlos con trabajo, con tesón, con unidad. Te pido que me creas Juan. Los priístas estamos trabajando duro, aún en ocasiones en contra de nuestras metas personales. Nuestra meta general en este momento es regresar al sitio en donde estuvo este Distrito, y creo que hemos empezado a colocar las condiciones para que eso se de".
Mi amigo considera que las condiciones políticas son complicadas: "coincido contigo; hay preocupación, ya te lo comentaba. Pero creo que estamos comenzando a canalizar nuestra preocupación, hacia trabajo, entrega, disposición y unidad".
Mi amigo insiste: "Ayúdanos Juan a que la sociedad nos brinde confianza como Partido. Tus análisis, te repito, están basados en hechos reales, pero ahora como priísta te pido que la hables a la sociedad de lo que estamos haciendo: estamos sembrando, estamos trabajando, estamos regresando a los orígenes de acercarnos al máximo a la gente, a las bases. Es cierto, no te estoy diciendo que todo es color de rosa. Te estoy diciendo que muchos ya estamos con las manos bien puestas en el repunte del Partido y que estamos, aún con opiniones personales cuestionables, colocando al Partido como prioridad, y estamos forzándonos a una unidad en torno a un proyecto de Partido. Que el candidato sea el que tenga que ser. Se trata de que el PRI esté en su mejor momento para llevar, a quien sea el candidato, a un triunfo determinante".
Me comprometo a esa petición: "Yo te conozco Juan. Se que eres un profesional y no dudo en nada que convertirás esta plática de amigos en una herramiento de información".
Nos despedimos, no sin antes comprometernos a comer cualquier día, "ya aunque sea en Teocelo"; reímos y colgamos el teléfono.
